viernes, 27 de abril de 2012

EL SISTEMA ECONÓMICO / Neira, Xavier

Ante la mediocridad que exhibe Montecristi, y el silencio social que reina en el ambiente, vale preguntarse ¿Qué otro sistema económico -teórico y práctico- es comparable con el rendimiento social y productivo real de la economía de mercado? No existe ese otro sistema pero la extrema izquierda radical, que sataniza al mercado, aborrece a este. Anticuados innovadores del socialismo "siglo XXI" que aún nadie define, ignoran que la economía social de mercado,nacida de los escombros de Alemania de la post-guerra, representa, pese a sus defectos, la gran diferencia entre el ciudadano súbdito y el libre.Quien vea la solución a problemas de un país en el pseudo orden de una economía colectivista, tendrá como resultado una sociedad súbdita, víctima del populismo destructivo. Pero quien privilegia un modelo basado en mercados flexibles, que impulsen no solo la producción de bienes y servicios sino las posibilidades de realización personal del individuo,tendrá como resultado una sociedad de progreso y bienestar, es decir, una sociedad libre. A diferencia de lo que piensan los neo-anarquistas de Montecristi, la economía social de mercado -solidaria por naturaleza- no presupone un Estado débil sino un Estado fuerte pero pequeño -no totalitario- que garantice el funcionamiento de un sistema basado en igualdad de oportunidades para todos, un Estado que respete pero ejerza un fuerte poder regulatorio para fomentar la competencia, castigar abusos económicos, evitar la creación de monopolios y sancionar lucros arbitrarios y mezquinos. Hoy, 9 jun. 2008, p. A. 4

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