viernes, 15 de junio de 2012

VASELINA / Roldós, León

Firme o afuera. La frase se pronunció el 30 de abril contra los trabajadores en PETROECUADOR y se repitió en entidades y oficinas públicas. ¿Firmar qué? Un contrato de seis meses que establece una relación laboral precaria para los servidores y trabajadores del sector público que antes del Mandato 8 de la Asamblea eran tercerizados -otra forma precaria- y que al tenor de ese Mandato ingresaron jurídicamente a la estabilidad laboral, hoy desconocida por el régimen del presidente Correa. El Mandato estableció para los trabajadores la garantía de "un año mínimo de estabilidad", lo que aparece en la disposición transitoria primera. Los tercerizados no pasaron a ser contratados por tiempo fijo, por un año, y después a la calle, sino que el concepto de esa garantía mínima de estabilidad era, y lo es siempre que se pacta estabilidad mínima, solo para el cálculo de indemnizaciones en el supuesto de despido intempestivo, el 50 por ciento de remuneraciones por el tiempo de esa garantía mínima, más todas las indemnizaciones que son propias del despido intempestivo de acuerdo con el Código del Trabajo. El principio de esa transitoria es el mismo del primer inciso del art.14 del Código del Trabajo sobre estabilidad mínima: "Establécese un año como tiempo mínimo de duración, de todo contrato por tiempo fijo o por tiempo indefinido, que celebren los trabajadores con empresas o empleadores, cuando la actividad o labor sea de naturaleza estable o permanente, sin que por esta circunstancia los contratos por tiempo indefinido se transformen en contratos a plazo, debiendo considerarse a tales trabajadores para los efectos de esta Ley como estables o permanentes". El precedente que crea el Estado es nefasto para los trabajadores públicos y privados, confundir la garantía de mínima estabilidad con los contratos a plazo fijo. Después, afuera. ¿Por qué el título de la columna? Porque la intención del Gobierno fue usar vaselina. Entró un proyecto de prolongar por un año más la estabilidad mínima de los ex tercerizados que se distribuyó al mismo tiempo que el proyecto de trasladar mensualmente el 8,33 por ciento del fondo de reserva a todos los trabajadores y la creación de la cesantía adicional del Gobierno para despidos intempestivos aun de los servidores públicos. ¿Se someterán al atropello los trabajadores? Hoy es un problema de supervivencia para los que firmen. Habrá tiempo para responder con dignidad a la afrenta. El Comercio, 6 mayo 2009, p. 10

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