sábado, 16 de junio de 2012

UN POCO MAS DE KEYNES / Pachano, Abelardo

Vuelvo a citar a este economista inglés del siglo XX porque sus tesis esclarecen el análisis económico, sirven de sustento para una columna posterior y, además, porque un lector comentó que las opiniones presentadas la ocasión anterior no eran correctas y desmerecían el trabajo de este gran investigador social. Axel Leijonhufvud, profesor sueco que es uno de los investigadores más acuciosos y profundos de la teoría keynesiana, a la cual le ha dedicado 40 años, incluso durante la etapa en la cual parecía destinada al olvido y vivía su mayor cuestionamiento, acaba de publicar un estudio en la Universidad de Trento, en donde actualmente dicta su cátedra luego de una larga estancia en UCLA, titulado "Keynes y la crisis", en el cual reconoce que la más importante lección del trabajo y la vida de Keynes es el planteamiento de cuatro cuestiones para la solución de los problemas de la macroeconomía: 1.- ¿Entendemos bien lo que está ocurriendo en este momento? 2.- ¿Qué se puede hacer en este caso? 3.- ¿Cuál es la mejor política que se debe seguir? 4.- ¿Los eventos de hoy nos llevan a cambiar los principios de la teoría económica actual? Y si esto es así, en dónde está el error y de qué manera podríamos arribar a una teoría que sea más satisfactoria. La razón que le llevó a plantearse estos interrogantes fue la Gran Depresión de Inglaterra, ocurrida algunos años antes a la de los Estados Unidos, que tuvo una historia trágica. Sucede que la I Guerra Mundial. Pero tan pronto terminó el conflicto, paradoja de la vida, la paz conseguida puso nuevas condiciones al quehacer económico. Desaparecieron estos incentivos industriales de la etapa bélica y la rentabilidad de la inversión se redujo de forma inmediata y dramática, que combinada con la restitución del sistema de patrón oro y un tipo de cambio sobrevaluado de la moneda inglesa, llevó al Gobierno a sostener esta paridad con altas tasas de interés, lo que acarreó un efecto magnificador al del rendimiento decreciente de la inversión en el aumento del desempleo abierto. Es lógico deducir que en esas condiciones la depresión fue el resultado final. Estos fueron los ingredientes que dieron paso a la creación de la famosa Teoría General del Empleo y el Dinero de Keynes. No es, por lo tanto, creada para resolver problemas derivados de crisis financieras o múltiples. Es más, como bien lo dice Leijonhufvud, la situación actual es casi la opuesta a la que le llevó a este pensador a desarrollar su cosmovisión económica. El Comercio, 26 jun. 2009, p. 10

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