lunes, 11 de junio de 2012

TEMORES SOBRE EL BANCO DEL AFILIADO / El Comercio

Por experiencias pasadas y actuales, los afiliados temen que esta nueva institución no sirva realmente para cubrir sus múltiples y urgentes necesidades, como, por ejemplo, atención médica más digna y hospitales mejor equipados, sino para que el Gobierno de turno maneje los fondos como se hace hasta ahora: como una caja chica para salvar las finanzas públicas o con objetivos proselitistas o clientelares. No se trata de un temor en el vacío: según se ha expuesto en los debates del "Congresillo", en la estructura de mando del Banco del Afiliado habrá una mayoría absoluta de representantes y delegados gubernamentales sin tomar en cuenta la voz de trabajadores y empresarios. Si quienes nos gobiernan proclaman las tesis de mayor participación social en las decisiones del Estado y mejor redistribución de los ingresos fiscales en beneficio de sectores poco favorecidos, este es un escenario ideal para mostrar coherencia entre el discurso y la realidad. El Comercio, 9 mar. 2009, p. 12

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