domingo, 3 de junio de 2012

REGRESA LA ECONOMIA DE LA DEPRESIÓN / Krugman, Paúl

Las noticias económicas, por si no se habían dado cuenta, siguen empeorando. No obstante, a pesar de lo mal que está la cosa, no espero otra Gran depresión. De hecho, es probable que no veamos el índice de desempleo equipararse con el punto máximo después de la depresión, que fue 10,7 por ciento en 1982 (aunque me gustaría estar seguro de ello). No obstante, ya estamos bastante dentro del reino de lo que yo llamo economía de la depresión. Con ello quiero decir un estado de cosas como el de la década de los treinta, en el cual las herramientas usuales de política económica -sobre todo, la capacidad de la Reserva Federal para impulsar la economía reduciendo las tasas de interés- han perdido toda tracción. Cuando prevalece la economía de la depresión, ya no aplican las reglas usuales de política económica: la virtud se vuelve vicio, la cautela es arriesgada y la prudencia, locura. ¿Qué nos dice todo esto sobre la política económica para el futuro cercano? Es casi seguro que el gobierno de Obama tome posesión de cara a una economía con un aspecto aún peor que el de ahora.En efecto, Goldman Sachs pronostica que el índice de desempleo,actualmente de 6,5 por ciento , llegará a 8,5 por ciento para fines del año entrante. Todos los indicios son que el nuevo gobierno ofrecerá un gran paquete de estímulos. Mis propios cálculos aproximados dicen que el paquete debería ser enorme, del orden de los 600 mil millones de dólares.De tal forma que la pregunta sería: ¿la gente de Obama se atreverá a proponer algo en esa escala? Esperemos que la respuesta a esa pregunta sea sí, que el nuevo gobierno sea en efecto así de atrevido. Ya que ahora estamos en una situación en la que sería muy peligroso ceder ante las nociones convencionales de prudencia. El Universo, 19 nov. 2008, p. 7

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