miércoles, 30 de mayo de 2012
BOMBA DE TIEMPO / Pachano, Abelardo
Si midiéramos la productividad por la cantidad de derechos que creamos en la constitución y la capacidad multiplicativa de instituciones que diseñamos para atender las ansiedades nacionales, hace mucho, pero mucho tiempo que habríamos arribado al paraíso terrenal. Todo experimento para crear una sociedad que privilegie al Estado está condenado al fracaso. Hay un viejo axioma económico que se aplica a la política con absoluta pertinencia: No hay negocio que dure si solo una de las partes gana. Y en el caso de la propuesta de Constitución,el desbalance creado por el desbordante papel del Estado en la economía y la enorme concentración de poder en la Presidencia son los elementos endógenos que autodestrozarán al proyecto político en discusión. El Comercio, 22 ago. 2008, p. 12
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