viernes, 8 de marzo de 2013

GRECIA OTRA VEZ / Granja, Wilson

A pocos días de que se cumpla el vencimiento por 14 500 millones de euros de bonos soberanos griegos, la situación comienza generar un estado de nerviosismo y a elevar el nivel de descontento entre los ciudadanos. Un ejemplo del estado de zozobra que se vive este momento es el que se observa en las calles de Atenas donde más de 15 000 personas se reunieron para protestar por las nuevas medidas fiscales que suponen recortes entre los cuales se incluiría una reducción de hasta el 20 por ciento en el salario mínimo, una baja en las pensiones y 15 000 despidos en el sector público. El descontento popular es absolutamente justificado. La economía griega va para su cuarto año de recesión. Los ciudadanos han comenzado a expresar un sentimiento anti europeo. La quema de una bandera alemana en la manifestación del martes pasado en solamente un ejemplo del descontento que sienten. La población griega preferiría salir del Euro mientras que el resto de países miembros de la Comunidad creen que esta posibilidad no estaría lejos de concretarse. De hecho, varios expertos creen que existe un 50 por ciento de probabilidades que esto ocurra. Una posibilidad que nadie quisiera enfrentar. Las autoridades temen que el segundo plan de rescate por 130 000 millones de euros sería insuficiente ya que se necesitarían no menos de 150 000 millones de euros para que Grecia no se vea obligada a declarar una moratoria en el pago de su deuda. Si el cálculo falla, la amenaza que se cierne por la continuidad de Grecia en la Eurozona podría materializarse. Europa se traslada a Atenas en busca de una solución nacional ante un potencial contagio regional. Hoy, 9 feb. 2012, p. 2

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