jueves, 19 de noviembre de 2015

Fideicomiso, una figura ultrajada

Un fideicomiso es una herramienta, perfectamente legal, para administrar un patrimonio de acuerdo con un fin específico. Puede ser para construir un edificio, para cancelar una deuda o para cumplir con obligaciones por titularizaciones. La persona que lo constituye entrega unos bienes y activos para que el administrador (normalmente un estudio jurídico) los utilice exclusivamente para esos fines. El proyecto de ley orgánica para evitar la elusión del impuesto a la renta sobre herencias, legados y donaciones trata de tapar esas rendijas normativas por las que se escapaban los impuestos, aunque el nombre de la ley (desafortunado para los analistas) induce a pensar que los fideicomisos son una herramienta utilizada para evitar el pago de impuestos. "Se puede hacer con un fideicomiso como con una empresa o cualquier otra figura jurídica. El que quiere evadir, va a evadir", aclara el abogado Heinz Moeller Gómez. Es decir, no es la figura jurídica sino la intención. Con el fin de aclarar los usos y abusos del fideicomiso, tres analistas explican el funcionamiento y las posibles lagunas normativas por las que se fuga la recaudación del fisco y que, ahora, vía presunción, quedarían resultas con la nueva ley que prepara el Gobierno. Expreso, Año 43 N° 15472 16 nov. 2015, p. 6

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