lunes, 15 de febrero de 2016

La economía cierra en alerta

Nunca es tarde si la dicha es buena, la esperanza es lo último que se pierde, más vale tarde que nunca... Hay numerosos dichos populares para ver con optimismo diciembre y confiar en que el cierre del año, como mes de más actividad económica impulsado por las ventas, pueda oxigenar las cifras de empleo, de comercio, de recaudación y hasta la balanza comercial. Pero según todos los augurios y las estadísticas que van ajustando las fechas, ese bálsamo mensual no aliviará tanto el mal cierre de año. Al menos, asegura el Gobierno, habrá el dinero para pagar, mañana, los bonos Global que nos mantengan como un país sujeto de crédito. El desplome interminable del petróleo, junto con la apreciación del dólar, se han dejado sentir en los 348 días ya transcurridos. Y se reflejan en las estadísticas. El Banco Central de Ecuador, el Ministerio de Finanzas y el Instituto Nacional de Estadística y Censos no pueden si no corroborar casi en cada boletín que ha sido, y sigue siendo, un año difícil. El empleo empieza a ceder con más intensidad, la balanza comercial agoniza por la falta de ingresos del petróleo y la caída de los otros commodities, pese a contar con el paréntesis de las salvaguardias. La recaudación se salvó gracias a la ley extraordinaria de remisión de deudas por multas, intereses y recargos y la inversión sigue siendo una ansiada solución que no se materializa. Y todo eso no solo lo sienten los funcionarios que deben conseguir los recursos para pasar el año, sino los ciudadanos que han sido despedidos y los empresarios que no venden como en las épocas de bonanza. Expreso, Año 43 N° 15503 14 dic. 2015, p. 6

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